viernes, 12 de enero de 2018

Pechuga de pavo provenzal


No sé si será el comienzo de año o que pero he decidido cuidar un poco más la alimentación. Que conste que no es nuevo de ahora, el año pasado ya decidí reducir mucho el consumo de azúcar y la verdad es que lo conseguí. El problema es que es tan complicado controlarla cuando se lo añaden prácticamente a todo... el segundo propósito que conseguí el año pasado fue el de desayunar mejor. Los que me sigáis por Instagram probablemente ya lo hayáis visto porque son varias las publicaciones con este tema. La fruta nunca puede faltar y habitualmente también introduzco algo de proteína con pavo. Por qué os cuento todo esta historia? porque si vas a un lineal de supermercado y miras las pechugas de pavo que hay... ninguna pasa del 65% de pavo!!! y el resto? pues el azúcar que he nombrado, féculas... Así que he decidido hacérmela yo mismo y así será 100% pavo, ni más ni menos.

Tengo la suerte (o el vicio, según se mire...) de tener una despensa que parece una mezcla entre bazar árabe y herboristería por la cantidad de hierbas y especias que hay así que me he hecho yo mismo el condimento provenzal porque así controlo las trazas de gluten y lo que lleva pero si no siempre podéis recurrir a un preparado comercial de especias.

Ingredientes:
  • 4 cucharadas de tomillo
  • 4 cucharadas de romero
  • 3 cucharadas de mejorana
  • 2 cucharadas de orégano
  • 2 cucharadas de albahaca
  • 2 cucharadas de estragón
  • 1 cucharada de salvia
  • 2 cucharaditas de piel de naranja seca
  • 1 cucharadita de lavanda
  • 1 cucharadita de alcaravea
  • 2 solomillos de pavo
  • Aceite de oliva

Preparación:

Vamos a comenzar primero a realizar el condimento provenzal. He investigado un poco por internet y esta es la interpretación que he hecho yo, en función de lo que tenía, de esta famosa mezcla. El original lleva hinojo pero lo he cambiado por alcaravea para mantener ese punto anisado. Primeramente ponemos en un molinillo las semillas de alcaravea, la lavanda y la piel de naranja y lo procesamos todo hasta que quede una mezcla fina. Luego lo añadimos a un bote hermético junto con el resto de hierbas y listo. Con esta cantidad nos sobrará para la receta pero ya lo tendremos guardado.

En una fuente que podamos llevar al horno ponemos un chorrito de aceite de oliva en el fondo y lo repartimos bien para que quede cubierto todo. Cogemos los dos solomillos de pavo y los cubrimos completamente con la mezcla provenzal, los ponemos en la fuente y los asamos durante 20 minutos a 180 grados. A los diez minutos habrá que darles la vuelta para que se hagan bien por los dos lados... cuidado que queman!. El solomillo de pavo lo venden como tal y no es más que la parte interna de la pechuga, algo más jugosa y sobre todo de un tamaño más manejable.

Una vez asados y enfriados, nos queda conservarlo. La mejor manera es poner un bote de cristal lo suficientemente grande para que quepa todo y cortarlos a láminas para luego cubrirlas con aceite. Yo lo meto en la nevera y voy sacando según necesito. Un buen truco es además luego utilizar el aceite que vaya sobrando para aliñar ensaladas ya que tendrá un sabor bien rico a las hierbas o por supuesto reutilizarlo para la siguiente vez que hagáis más pavo.

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